Por: Ana María Montiel

Los nefastos alcaldes de MORENA, Gustavo Jiménez Romero, del PAN, Pablo Badillo Sánchez y del PVEM, Juan Salvador Santos Cedillo, a través de sus áreas de comunicación han difundido su participación en la firma del convenio intermunicipal “DESTINOS MÁGICOS, DISFRÚTALOS DE PRINCIPIO A FIN”, que tuvo como anfitrión a Lorenzo Rivera Nava alcalde de Chignahuapan, Puebla.

 El referido convenio, tiene como objetivo principal, aprovechar una oferta turística regional potente y bien organizada para aumentar el número de visitantes, principalmente en temporada baja.

Pero la oferta turística para quienes visiten los municipios tlaxcaltecas, es escasa y llena de complicaciones. Por un lado, la mala imagen de los respectivos municipios, y por otro, el tema de la inseguridad que se agudiza por la incapacidad de las autoridades en turno para frenarla.

Lo único mágico que podrán encontrar los visitantes en Apizaco, Santa Ana Chiautempan y Huamantla, es que, si no toman las debidas precauciones, los malandros podrían desaparecer su vehículo estacionado en alguna calle aledaña, o quitarles su cartera, y con ello, su tranquilidad.

Además, de calles en pésimas condiciones, llenas de baches y hoyos, que podría provocar daños en la suspensión de sus vehículos; y si llueve, podrían poner a pruebas sus habilidades para navegar las verdaderas lagunas de aguas negras que salen por las alcantarillas en calles y avenidas, con olor fétido.

Por si fuera poco, si en su camino se toparan con los Policías de Vialidad, tendrán el gusto de conocer la “ley de Herodes” en su máxima expresión, porque los visitantes le tendrán que entrar con una cooperación voluntaria o disponerse a pagar una multa por desconocer las leyes de tránsito.

Lo que sí podría ser un deleite para los ojos y oídos de los turistas, de no ser ellos las víctimas, es presenciar en vivo y a todo color una balacera o un asalto a mano armada a plena luz del día por las principales calles de Apizaco o de Chiautempan y porque no hasta del pueblo mágico de Huamantla.

Esos tres alcaldes, en lugar de andar de mitoteros y presumiendo de lo que no tienen en cada uno de sus municipios, deberían de enfocarse en realizar obra pública y garantizar la seguridad de quienes votaron por ellos y confiaron en que harían un cambio en el municipio que representan.